jueves, 26 de julio de 2012

Encontre la llave.

Y es cuando te acuerdas de lo fácil que era todo antes, de que no tenias que dar explicaciones por todo, de que no tenias que depender de nadie para sonreír. Es ese momento en el que te das cuenta, que las cosas cambian, que creces, que maduras, y que sabes con total certeza que nada volverá a ser lo mismo nunca mas. Es cuando te das cuenta de que una mirada lo dice todo, que sobran las palabras. Es cuando apartas tu osito de peluche y prefieres abrazar a la almohada. Cuando empiezas a disfrutar de la vida de una manera diferente. Cuando dejas todo lo de el pasado, lo encierras en una cajita le pones candado y tiras la llave al mar. Pero un día decides bucear, en busca de tu llave, para recordar viejos tiempos, abrir la caja y apartar el presente. Pero pasa una cosa, no sabes cual es tu llave, hay tantas llaves en el fondo del mar que no sabes diferenciar la tuya. Juegas a la ruleta de la suerte con tu destino, recoges una llave que te parece la tuya, y cuando vas a abrir la caja, piensas que no abrirá, que perdiste tus recuerdos para siempre. Es el momento en el que la llave entra en la cerradura, y con toda la ilusión lo abres y... ¡No!, no es tu caja del pasado, pero has abierto la caja del futuro de otra persona, y solo tu tienes la llave. Es ahí cuando te das cuenta que tienes la llave de su felicidad, tienes el poder de dejar abierta la caja, o cerrarla para no abrirla jamas. Solo tu puedes decidir si vivir de los recuerdos, o arriesgar a encontar la felicidad. Yo arriesgue. Elegí la felicidad, que es la de estar a tu lado y no cerrar nunca jamas esa cajita, de la cual parece ser que la llave llego hasta mi, pero el candado, le busque yo.

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