Siempre hay un momento en el que los caminos se bifurcan, pensando que al final se volverán a unir. Desde tu camino ves a la otra persona cada vez mas pequeña, no importa si al final solo estará él. Pero al final pasa lo de siempre, llega el puto invierno.
Y de repente te das cuenta de que todo ha terminado de verdad, que ya no hay vuelta atrás lo sientes, y justo entonces, intentas recordar en que momento comenzó todo, y te das cuenta de que todo empezó mucho antes de lo que pensabas, y es ahí cuando descubres que nada sera lo mismo.
Cuando llega esa persona, la persona que hace que te pares y te des cuenta de las cosas, del valor de los pequeños detalles, entonces es cuando todo cambia, cuando todo pierde el sentido que tenia, y empiezas a verlo desde otro punto, y hasta que no llega no lo comprendes. Y cuando llega, ya no hay, ni debe haber dos caminos, es uno solo que corresponde a dos, cuidarlo con sus mas y sus menos, los del día a día porque los problemas llegan, pero se superan y así, cuando llega el puto inverno, sabes que ahí estará esa persona para sacarte una sonrisa aunque sea entre lágrimas, para escucharte y para protegerte con un abrazo, consiguiendo así, que te olvides por momentos, que fuera de vuestro camino, quizás sea invierno.
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