martes, 13 de noviembre de 2012

Cuando aflojas te das cuenta de las cosas, de los detalles...

Siempre hay un momento en el que los caminos se bifurcan, pensando que al final se volverán a unir. Desde tu camino ves a la otra persona cada vez mas pequeña, no importa si al final solo estará él. Pero al final pasa lo de siempre, llega el puto invierno.
Y de repente te das cuenta de que todo ha terminado de verdad, que ya no hay vuelta atrás  lo sientes, y justo entonces, intentas recordar en que momento comenzó todo, y te das cuenta de que todo empezó mucho antes de lo que pensabas, y es ahí cuando descubres que nada sera lo mismo.

Cuando llega esa persona, la persona que hace que te pares y te des cuenta de las cosas, del valor de los pequeños detalles, entonces es cuando todo cambia, cuando todo pierde el sentido que tenia, y empiezas a verlo desde otro punto, y hasta que no llega no lo comprendes. Y cuando llega, ya no hay, ni debe haber dos caminos, es uno solo que corresponde a dos, cuidarlo con sus mas y sus menos, los del día a día  porque los problemas llegan, pero se superan y así, cuando llega el puto inverno, sabes que ahí estará esa persona para sacarte una sonrisa aunque sea entre lágrimas, para escucharte y para protegerte con un abrazo, consiguiendo así, que te olvides por momentos, que fuera de vuestro camino, quizás sea invierno.

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