sábado, 1 de marzo de 2014

Han quedado un montón de ruinas

Que me cansé de esperar, pero te sigo esperando, y es entonces cuando odio que la esperanza sea la ultima en abandonarme. Me sé de carrerilla las excusas que pondrás para llegar tarde, luego dirás que perdiste el tren. No vendrás. Yo me quedaré con la cafetera medio llena y el paquete de tabaco medio vacío. Aborrezco esa parte de mí que es mas tuya que mía, y es que además esa es la parte más bonita que tengo. Mira que había precipicios en el mundo y tuve que ir a parar al de tus ojos. Ya no recuerdo cuantos lunares tenias en el cuerpo ¿5...4...3...2...1? Es como una cuenta atrás que ya no termina nada. Creo que tenias 7, el numero de la buena suerte, pero para aquella que te las este contando ahora. Si cierro los ojos, aun te veo, de espaldas, sentado en aquel bar, de fondo sonaba "soldier on" de los Temper Trop. No sé a que estuvimos jugando mientras hacíamos como si fuesesmos a salvarnos. Y por entonces comprendí que algunos juegos parecen mas bien la guerra mundial. Y aquella vez eclosiono un mundo en el que nosotros eramos los únicos habitantes. Han quedado un montón de ruinas-cartas de amor, conversaciones en whatsapp de madrugada, promesas de viajes que nunca hicimos, recetas para la soledad que han caducado. No hay tiritas para esas heridas, ni suficientes ojos bonitos en el mundo para olvidar ¿que?, los tuyos, tus ojos, fueron los únicos que supieron quedarse en mis cicatrices el tiempo suficiente como para ver mas allá de lo que yo  nunca supe enseñarle a nadie. No llamaste a la puerta, entraste directamente y te sentaste a mi lado. Querer, no sé si me quisiste, pero me salvaste más de lo que nadie jamas había salvado. Y aún me estremezco cuando pienso en esa gente que habla de olvidar como si fuese tan facil, como para pasar página. No se habrán enamorado nunca, supongo.

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